Existen diversas formas de abordar a los signos del zodiaco. Podemos hacerlo a través de su elemento, de su cualidad de cardinales, fijos y mutables, o del planeta que los rige. Hoy nos convoca precisamente el último de los temas: el planeta. Decimos que un signo zodiacal es hijo de tal o cual planeta cuando recibe la influencia de este cuerpo celeste o, en el caso de Leo, del mismo sol. Esta relación no es azarosa ni mucho menos pasa desapercibida, sino que conforma gran parte de la personalidad de cada signo. Como verás a continuación, el planeta incide directamente en la personalidad del signo y le da esa impronta que es mucho más notoria que la conferida por su signo ascendente.
Los signos de fuego y sus planetas regentes
Aries – Marte: al tratarse del planeta de la guerra, convierte a Aries en un luchador. Con esta energía física y mental, el nativo se encuentra preparado para resolver conflictos de índole tanto externa como interna. En el peor de los casos, Aries puede volverse un signo agresivo. No en vano es el signo que más presidiarios genera, ya que se trata de una persona que recibe la influencia de una energía con grandes tintes de conflicto.
Leo – Sol: es el astro rey, el mismo que confiere la expresión del yo. Representa la génesis, el nacimiento, lo que emerge de la nada para proferir su brillo al mundo. Donde hay sol hay vida y eso mismo ocurre con el nativo de Leo, quien lleva la abundancia y la vitalidad adondequiera que se dirija. Por otra parte, le confiere a su protegido el don del poder. Es así que Leo cuenta con la fortuna de decidir por él y por los demás.
Sagitario – Júpiter: es el planeta que se encarga de regir los estudios superiores, la justicia y la madurez. Claro que no hay que confundir madurez con aburrimiento o inactividad, ya que son justamente lo opuesto de lo que este signo representa. Es un planeta expansivo, lo que hace que Sagitario se encuentre en constante crecimiento a lo largo de su existencia.
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Los signos de tierra y sus planetas regentes
Tauro – Venus: representa a la diosa del amor y de la sensualidad. Es por ello que Tauro es el amante más sensual del zodiaco. En sus brazos nos podemos perder hasta olvidarnos de nuestro nombre. Su influencia también dota a Tauro de ese gusto tan refinado que posee. Es a Venus que le debe su gusto por la buena comida y las bebidas de excelencia. Si hay algo que Tauro es eso es distinguido, y se lo debe agradecer a su planeta regente.
Virgo – Mercurio: el planeta Mercurio representa al dios Hermes, regente de la mente, de los pensamientos y de la lógica. Si conocemos a alguien de Virgo, sabremos que se trata de una persona que se rige por su mente. Se las ingenia para desplazar al corazón de todos los asuntos y dejar que la lógica reine. Es también gracias a Mercurio que tiene una personalidad ordenada y una vida metódica. Virgo no deja nada librado al azar.
Capricornio – Saturno: no es producto del capricho que Saturno gobierne la vejez de la vida. Esto quiere decir que se trata de un planeta que confiere experiencia y sabiduría. Lo que llega a formar parte de nuestros saberes no es por casualidad, sino por el esfuerzo de hacer siempre lo correcto y dedicarse a investigar las cosas. Capricornio es el signo que se entrega a sí mismo al sacrificio para lograr un beneficio mayor a cambio de su tiempo y entrega total a las fauces de la responsabilidad.
Los signos de aire y sus planetas regentes
Géminis – Mercurio: este signo es el representante de la comunicación y de la palabra por excelencia. Sabe expresarse con claridad y su mensaje siempre es certero. Por ello suele elegir carreras relacionadas al periodismo, la actuación o la docencia. Es precisamente debido a la influencia de Mercurio, el planeta de los mensajes, que sus habilidades comunicacionales son excelentes.
Libra – Venus: como representante de la belleza, Venus le da a Libra ese amor incondicional que siente por la estética. Este nativo necesita estar rodeado de cosas bellas, ya que considera que lo hermoso enaltece el espíritu. Para que Libra alcance el nivel de armonía óptimo que necesita para sentirse en bienestar consigo y con el mundo, precisa que la estética lo rodee y que su retina se impregne de ella.
Acuario – Urano: es el planeta de la transgresión basada en la necesidad de implementar un cambio. Si algo podemos alabarle a Acuario, esa es su originalidad. Por supuesto que es también un signo excéntrico, individualista y exagerado hasta el punto que puede caer en el fanatismo. Cuando a un nativo de Acuario se le mete una idea en la cabeza, la perseguirá y la defenderá con su propia vida.
Los signos de agua y sus planetas regentes
Cáncer – luna: representa lo femenino, a la madre y al amor universal. Si la asociamos con Cáncer, nos damos cuenta de que todo tiene sentido: este nativo adora a su madre y en él surge un amor incondicional hacia las personas que lo rodean. Por otra parte, la luna lleva a Cáncer a ser tan cambiante como sus fases y tan emotivo como el mismo afecto que el cuerpo celeste representa.
Escorpio – Plutón: simboliza la renovación que surge como producto de la regeneración de la consciencia. Escorpio es un signo que indaga hasta saber la verdad, y la verdad es un elemento transformador, ya que una vez que la conocemos, no volveos a ser la misma persona. Escorpio se despoja de lo que le resulta innecesario y solo lleva lo significativo en el equipaje que lo acompañará en el viaje de la vida.
Piscis – Neptuno: es representado por el dios de las aguas Poseidón, el cual se escabulle entre las corrientes marinas para eludir la responsabilidad. Su energía hace que Piscis tienda al escapismo, una fórmula perfecta para evadirse de la realidad y crear su propio mundo. Este es un signo que evade las estructuras y vive en base a lo que le dicta su propia intuición.